stefany pizo
martes, 24 de junio de 2014
El Ángel y la Pequeña
Se dio cuenta que caminaba por una ciudad y que había mucha gente. Sin embargo, no todos reparaban en él, sólo los niños lo miraban y le sonreían. Se detuvo frente a una plaza donde una hermosa niña de trenzas rojizas se hamacaba muy fuerte, una y otra vez, cada vez más alto.
A medida que se acercaba, se dio cuenta que la niña había tomado más envión del que debía y caería sin remedio en el césped. Casi sin proponérselo, se paró frente a ella y como por arte de magia o mejor dicho, como por magia de ángel, la hamaca descendió suavemente.
La pequeña bajó despacito y se lo quedó mirando, con una sonrisa de agradecimiento. El angelito se acercó aún más y le preguntó si había visto un par de alas.
– ¿Alitas de pollo? – preguntó la niña.
– Alitas de ángel – contestó triste
– Has visto, sin mis alas, noparezco un angelito.
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